Caries y encías inflamadas, las 2 enfermedades infecciosas más frecuentes en los argentinos

En el marco del Día Mundial de la Salud Bucal, recomendaciones para lograr una buena higiene y prevenir dolencias, lesiones y enfermedades que afecten la zona. Por qué es vital recordar los beneficios de una boca saludable.

El Día Mundial de la Salud Oral (WOHD, por sus siglas en inglés) se celebra el 20 de marzo de cada año. Es un día internacional para recordar los beneficios de una boca saludable y para la toma de conciencia a nivel mundial sobre las cuestiones en torno a la salud bucal y la importancia de cuidar la higiene de la boca en todas las edades.

La salud bucodental es esencial para el bienestar de las personas y un factor importante en la salud integral de la población. La identificación temprana y prevención puede contribuir al pronto diagnóstico y tratamiento de otras enfermedades sistémicas.

La salud bucodental es esencial para el bienestar de las personas y un factor importante en la salud integral de la población.

Sin embargo, la prevención no parece estar dentro de la prioridad de muchos argentinos. De hecho, un censo realizado entre el 2016 y 2017 por la Facultad de Odontología de la UBA en escuelas de gestión estatal de la Ciudad de Buenos Aires reveló que las caries y las enfermedades periodontales (inflamación de las encías) “son las dos enfermedades infecciosas no contagiosas más prevalentes” en esta estadística.

El decano de la Facultad de Odontología de la UBA, profesor Pablo Rodríguez, advirtió: “Como sociedad debemos poner en valor la salud bucal como parte de la salud general de nuestra población ya que, por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires un 77% de niños padecen caries o dolores en piezas dentales, por la falta de una higiene correcta en su boca”.

“Es fundamental mantener los dientes sanos ya que están preparados para durar toda la vida. Un diente bien cuidado puede durar muchísimos años. Una buena dentadura, con una buena mordida y una buena masticación, hace que el procesamiento de los alimentos ocurra correctamente. La mala higiene bucal hace que se pierdan piezas dentarias, entre otros trastornos”, explicó a Infobae el odontólogo Gustavo Telo (MN 30.058).

Es que en la boca se reflejan síntomas de salud y de enfermedad, de ahí que los especialistas insisten en destacar que “la higiene bucal es fundamental para la salud general”. Además, los dientes sanos permiten que una persona pueda hablar y alimentarse apropiadamente y ayudan a dar un mejor aspecto estético.

En este sentido, los cuidados diarios son la principal prevención para gozar de una buena salud y calidad de vida. De este modo, Telo, enumeró algunos de los cuidados para la prevención:

-Cepillarse los dientes al menos 3 veces por día. El cepillado más importante es el de la noche.

-El hilo dental debe usarse todos los días y ser parte de la rutina cotidiana, no sólo cuando la persona siente que necesita una limpieza más profunda.

-Es importante mirar de cerca para comprobar que los dientes quedaron bien limpios.

-Evitar morder hielo, caramelos, turrones y cualquier alimento o material duro ya que se pueden partir los dientes.

-Si hay predilección por los dulces, es importante agruparlos en momentos de consumo de alimentos con azúcares. Evitar consumirlos permanentemente durante el día.

-Si después de una comida la persona no se puede lavar los dientes, se aconseja comer un chicle sin azúcar. Estimula la generación de saliva y ayuda a la limpieza de los dientes.

-Si la persona es amante del mate, se recomienda no usar termo, sino pava. El termo hace que se consuma mate por un tiempo más prolongado generando que la saliva se vuelva ácida y termine afectando a los dientes.

-Si se tienen dientes torcidos o desparejos, es importante realizar algún tratamiento para alinearlos. Esto mejora la mordida y facilita la higiene dental.

-Visitar al odontólogo una vez al año, aunque no se tenga ninguna molestia.

Por último, Pablo Rodríguez subrayó: “Es necesaria la correcta higiene bucal después de cada comida, incluidos el desayuno y la merienda; disminuir la ingesta de azúcares reemplazando las golosinas por frutas y verduras; un control semestral o anual de cada paciente, dependiendo del riesgo, y una topicación preventiva de barniz de flúor en niños resulta indispensable en materia preventiva”.

Fuente: Infobae

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